…que pensaba yo habían abandonado los promotores del desarrollo, de culpar a las áreas protegidas por la pobreza de determinadas regiones, no nos llevará por buen camino. Esto viene a cuento del anuncio hecho ayer por el Poder Ejecutivo sobre un «acuerdo» entre el Estado y los reclamantes de unos terrenos en el entorno y/o dentro del Parque Nacional Jaragua, los cuales son, desde 1983, área protegida.
Con independencia de si se tocará o no a la Bahía de las Águilas, cosa que no nos queda clara hasta tanto veamos el «acuerdo» convertido en mapas precisos, me pregunto yo:
¿Alguien podría demostrar en qué medida contribuirá al desarrollo la afección sobre un terreno que tiene un altísimo valor ambiental?
La pobreza tiene como explicación directa una mala distribución de las riquezas. Unos tienen más, otros menos. Podría explicarnos alguien ¿qué papel juegan las áreas protegidas en eso? Hasta donde yo sé, el papel de las áreas protegidas es ser el promotor de riquezas. Ningún país pone sus recursos naturales como un «obstáculo» al desarrollo. Al contrario, el tenerlos, sobre todo bien conservados, supone tener una gran riqueza. Si el desarrollo no ha llegado al sudoeste, no será imputable a su rica naturaleza, con buenas y bien conservadas áreas protegidas; será más bien por una cuestión de política de Estado, ¿no?
Yo la verdad es que alucino con estas «justificaciones» que se dan.