Desde nuestra última entrada, hemos reunido más datos, los cuales lamentablemente confirman que la reserva biológica Loma Charco Azul está sufriendo una fuerte degradación ambiental.
El satélite Landsat 8 ya ha pasado al menos 2 veces desde la destrucción de la «trocha de zoquete» en julio pasado, por lo que resulta oportuno mostrar dicha prueba, además de que es una buena excusa para hacer un recuento de los impactos más destacados en los últimos años.
Hagamos un repaso diacrónico y visual, poniendo atención en la dinámica de la vegetación del borde norte de la reserva biológica, justo al sur del lago Enriquillo y al este de la laguna de Limón. También observemos el crecimiento de la superficie ocupada por el lago.
Comencemos en 2000, concretamente el 15 de septiembre, fecha de adquisición de esta imagen del satélite Landsat 7.
No se observan impactos destacables por tumba o quema en el matorral xerófilo ni en el bosque seco. Además, se aprecia el lago Enriquillo con un nivel muy por debajo del actual y una ribera intensamente cultivada. Dichas tierras las habían «ganado» los agricultores al lago, por lo que no se podría alegar propiedad sobre ellas, toda vez que las mismas pertenecen al área de influencia del lago. Lamentablemente, para este cuerpo de agua no se ha establecido una cota de referencia, por debajo de la cual deberían limitarse los derechos adquiridos. Nadie ocupa la bajamar ni la pleamar; pues de la misma manera, no se debería permitir la ocupación de esta área de influencia del lago.
Esta otra imagen, del 10 de febrero de 2011, muestra cómo en la reserva se habían registrado ya, para esa fecha, algunos impactos sobre el bosque, con aclareos atribuibles tanto a la preparación de tierras como al carboneo y a la producción de leña.
Se observan, destacados en polígonos huecos de trazo de rojo, los referidos sectores afectados. Nótese igualmente el incremento de la superficie ocupada por el lago Enriquillo, y la recuperación de la lámina de agua de la laguna de El Limón.
La siguiente imagen fue tomada por el satélite Landsat 8, el 10 de agosto pasado (hace apenas 3 días).
Los aclareos, destacados en polígonos huecos de borde rojo, se han extraído mediante interpretación visual y sin chequeo posterior en terreno. Todavía se observan cicatrices de los realizados en años anteriores, porque no ha habido tiempo para la recuperación total.
El aclareo más reciente, situado al norte y muy próximo al lago Enriquillo, en la denominada «trocha de zoquete» y a orillas de la carretera Baitoa-El Limón, fue iniciado en julio pasado, hecho que llamó la atención de la opinión pública y que ha quedado perfectamente registrado en esta escena de Landsat 8.
Preliminarmente se obtienen las siguientes superficies afectadas en este sector de la reserva biológica Loma Charco Azul:
Hasta febrero de 2011: 4267 tareas, que equivalen a 268.34 Ha.
Hasta agosto de 2013 (acumulativo): 6922 tareas, que equivalen a 435.33 Ha.
Cabe destacar que todos los aclareos fueron iniciados hace 4 años o más, al principio quizá de forma manual, pero más tarde utilizando presuntamente maquinaria pesada contratada por el IAD, hecho éste que fue denunciado por el Grupo Jaragua y que puede consultarse aquí. A continuación, algunas fotografías facilitadas por esta ONG.
En situaciones críticas, las áreas protegidas terminan pagando, con sus valiosos recursos, las medidas mal adoptadas por tomadores de decisiones no informados.
Sólo hemos documentado un pequeño sector de una de las múltiples unidades del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de República Dominicana. Lamentablemente, el resto está corriendo igual suerte.
Dr. José Ramón Martínez Batlle (Ph.D)
Cuatro años de actuaciones degradativas en la reserva es mucho. Aqui no solo hay decisiones tomadas sin informacion, que se estan ofreciendo constantemente; la sucesion de hechos denunciados nos insinua que existe algo mas… por tal motivo, probablemente seria necesario poner en conocimiento directo a la asamblea legislativa, mediante escrito con registro de entrada, para que mediante una proposicion no de ley, o al menos mediante una pregunta parlamentaria, instar al gobierno a una accion especifica acorde con la categoria de reserva.
Todo lo denunciado es cierto, pero no lo es todo. Los recursos naturales de la Republica Dominicana están siendo destruidos primero a causa de la ineptitud, falta de conciencia ambiental, irresponsabilidad ciudadana y la corrupción. Estos males hacen del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales una entidad inoperante.
La causa principal es responsabilidad del Presidente Danilo Medina quien no valora el sector designando a un inepto a cargo del Ministerio.
Por cierto, ¿en que ha quedado todo aquello de la participacion publica en los planes de manejo, el papel de los «facilitadores sociales» entre tecnicos y comunidades, y demas planteamientos caracterizados como necesarios para un «futuro mejor» de las areas protegidas y su gobernanza? ¿No hay ahora «facilitadores» para mediar entre la destruccion y la gobernanza participativa del siglo XXI? ¿Era este el futuro que esperaba a la gestion sostenible y a la politicas de conservacion?
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